martes, noviembre 01, 2005

Reality show: "La braga en la boda 5"

Isabel se plantó en frente de Rubén. De un zarpazo certero le arrebató las bragas ocultándolas de la vista. La música empezó a sonar. Era el vals. Los novios salían a la pista de baile que había surgido al desplazar unos paneles móviles. Muchos de los comensales se levantaron para no perderse la danza ritual. Realmente muy pocos se estaban percatando del previsible drama que estaban a punto de suceder en una de las mesas del convite.

Isabel cara a cara con Rubén, sin mediar palabra, le propinó un tierno beso en los labios.

- Gracias por acordarte tú... Me las había dejado olvidadas en el baño...

Joder... Dicen que las leonas, a pesar de su inferioridad física, son capaces de intimidar a los machos cuando de defender lo suyo se trata de las infidelidades de los melenudos feroces. Había que ver a Teresa presenciar la escenita, ponerse en pie y agarrar a Rubén del brazo arrastrándole fuera, como una hembra dispuesta a defender a cualquier precio su patrimonio. Paso firme, mirada seria, rítmicos impactos secos de los tacones contra el suelo, penduleo frenético de las nalgas... En verdad os digo que comprendí a los leones, acojonaba verla.

Llegados a este punto la superioridad manifiesta se llamaba Isabel

- ¿Y tú?... - Me increpó la diosa pagana de la venganza - ¿Tienes algo que ver con esto?: Lleváis toda la comida cuchicheando los dos.
- Yo... - Comencé a improvisar una excusa sabiendo que si no era satisfactoria aquella morena me iba a partir en dos con uno de sus rayos.
- Ya conoces a "El masca", buscó fuego en tu bolso y se encontró con lo que no debía... Además, estaba borracho... Este pobre no sabría nada... - Dijo Laura dirigiéndose a Isabel. Laurita de mis amores, habíase desplazado hasta nosotros con el único objetivo de rescatarme. - ¿Verdad? - Me preguntó mi sexuado ángel de la guarda.
- Sí...
- ¿Ves?... A este masca le ha sentado fatal la paternidad... - Zanjó y desherró Laura el acontecimiento.
- Anda vamos a bailar... - Propuso Laura sacándome a empujones de la zona del conflicto.

Seguía sonando Strauss. Los novios ya habían escenificado los primeros compases de la danza, tras lo cual se estaban incorporando el resto de los invitados ... Empezamos a bailar. Como siempre, Laura tuvo que darme antes unas rápidas lecciones para recordar los pasos... Una vez iniciado el movimiento, se pegó bien a mi para hablarme en secreto.... Acariciándome la nuca me susurró al oído...

- Cómo sois tan tontos... ¿No pensaríais que no se daría cuenta?... Hombres... No te preocupes, todos saben como es "El masca"... A Isabel en el fondo le da igual... Pasa de todo... Se va del país... Se casa con un niño pijo... El papá esta podrido de dinero... Tiene una inmobiliaria... Mientras el padre se forraba revendiendo pisos, el hijo ocupaba su vida en hacer deportes de riesgo... Es muy mono... Alto, con melenita, cachas... Van a poner un hotel en la Patagonia... Promocionando el turismo de aventura y eso... Isabel sólo piensa en coger el avión... Nos invitará a la boda, será por todo lo alto, tendrás que alquilar un smoking... - Laura dio un suspiro - No creo que duren, él no quiere niños e Isabel siempre quiso... - Volvió a suspirar - Desde luego sois peor que los críos... Tanto escándalo por esa bobada...: Yo hoy no llevo ni sujetador ni bragas... No van bien con este vestido...

Joder... Dicen que las leonas, a pesar de su inferioridad física, son capaces de atolondrar a los machos cuando de atraerles se trata, convirtiendo en guiñapos cautivos de sus antojos a los melenudos feroces. Había que ver venir a Laura, ofreciéndome con naturalidad sus frutos por si me apetecía comerlos, como una hembra que sabe lo que quiere y lo que tiene. Se apretujó aún más, restregándose tenuemente, creí sentir la palpitación de sus pechos y de su vientre contra mi cuerpo... En verdad os digo que comprendí a los leones, narcotizaba de veras...

Gira y gira: el vals como la vida... Habría que ver lo que pensaría mi esposa de esto... En verdad os digo que acojonaba sólo pensarlo.



Preceden:


Bendita siempre, mujer,
que das la sal a la vida,
a la muerte una salida,
de quien decides querer.

Violencia doméstica

A veces me pregunto cómo habría sido mi vida si no te hubiera conocido.

Echo la vista atrás y veo el día que estaba repasando para el examen final, a últimos de la educación general básica. Sobre un manual de pastas flexibles color azul cielo, alargado, con una filigrana geométrica blanca en la cubierta; editorial Anaya, creo. Reciclando el subrayado de mi hermano mayor, estudiaba los movimientos literarios: de la jarcha mozárabe al siglo XX. El contenido se estructuraba mostrando, tras la doctrina, un breve pasaje de alguna de las obras citadas. Me emocioné. Tal fue, que procuraba pasar rápido por la teoría para llegar antes al siguiente ejemplo.

Desde ese día estoy contigo. He madurado contigo. O gracias a ti. No sé. Imagino que de todo ha habido. En todo caso aquí estamos: a medio camino de todos los destinos. Hemos tenido nuestras cosas, claro, temporadas de estar pegados y temporadas de no vernos.

En fin... Oye... Tengo que decirte algo...

Sí. Otra vez con lo mismo... Pero es que es verdad. Es que tengo una vida, en la que, aunque te parezca increíble, tú no eres el centro. Tengo trabajo. Tengo necesidades. Tengo afectos. Tengo que atenderlos. Y más a ellos que a ti... Ya sé que no te gusta escuchar esto... Cómo no encontremos una forma de llevar esto vamos a tener que dejarlo...

¡Ea!... Escenitas no, por favor... Venga, no llores... ¿Ves?... Así mejor... Qué estás haciendo...


(En ese momento te desnudas ante mi con una zorrería inmensa. Muestras el cuerpo decrépito: los dientes carcomidos, la piel cuarteada, las tetas por los suelos, el coño emponzoñado... Harto, te encaro, vieja puta, dispuesto a formar una borrasca de densos nubarrones rojos con la evaporación del mar de sangre que te saque a hostias del pellejo. Mientras avanzo homicida te sostengo la mirada... ¡Caray!... No entiendo cómo puedes mirar así. Vírgenes augurios se te derraman por los ojos. Con lo trajinada que estás: de nuevo me desbarata tu misterio. Y en vez de desembarcar en armas, rompo suavemente contra ti, ya en carne pura... El hedor que desprenden los humores me embriaga y me pervierte... Allá voy cariño... A bailar contigo... A reírme de la muerte... A darte lo que tengo... A joderte.)